Hombre de espaldas en librería virtual futurista, símbolo del exilio literario en la era del algoritmo.

Notas para un exilio literario

Por eso, lo que antes era distancia crítica, hoy es considerado negatividad. Lo que era pensamiento, ahora es obstáculo. En este contexto, todo llamamiento a una literatura transformadora o radical parece fuera de lugar. Pero no porque sea imposible, sino porque ya nadie está dispuesto a recibirla. La sociedad no la quiere, y el sistema la repele. La censura no viene, pues, de un Estado autoritario: la gestionan inteligencias perezosas.

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